textoalternativo

Hablar de UNO MISMO, es como una biografía en la que se relata la trayectoria del AUTOR de la misma, a ello me remito y cada uno hará lo mismo pero se supone que aquí no hay nombres ni nombrados ...solo hay lazos mencionados que forman parte de quien sí tiene un nombre y lo escribe en su propio LIBRO DE VIDA ya que la sanguineidad familiar está descrita en el ARBOL DE VIDA FLIAR y el LINAJE de la misma también. Para ello cito: 'No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca....' He vivido situaciones relevantes buenas y malas en mi vida personal y el camino ha sido un tanto pedregoso y duro de afrontar y que seguramente desde antes de nacer ya sabría que sería así,pero que agradezco, ya que de no haber sido de ese modo, no hubiera solo MADURADO para ser HOY FRUTO , sino que se me permitió CRECER Y EVOLUCIONAR interiormente para haber sido antes FLOR rompiendo estructuras ancestrales que nos forjan a ser como los demas quieren que nos veamos... para HOY llegar a ser LIBRE y mostrarme tal como YOSOY en la ESENCIA propia de mi ser.. No he sido una hija nada fácil, según tengo entendido pero todo lo que me enseñaron ( lo sepan ó no)mis padres y el colegio al que asistí para mi formación como persona, lo cumplí y me sirvió para ser RESPONSABLE y hacerme responsable de mis aciertos y equivocaciones. LO IMPORTANTE ES QUE NO ME FUI EN VICIO Y HOY me puedo ver y valorar porque me muestro y me ven tal cual soy. con defectos y virtudes pero que conoce hoy de ellos para vacilar. No me considero ejemplo de nadie ni copia fiel de ninguno ya, pero fui y soy APRENDIZ de mis propios errores por lo que HOY puedo afirmar que aprendí muchas lecciones como para entender y saber DE QUÉ SE TRATA 'VIVIR'. Seguramente me falten asignaturas pendientes, las que proyectadas en mis propios hijos me hacen y harán ver (evocando en mis recuerdos), lo que falta pulir ó afinar para sonar como una nota pura en el pentagrama de nuestra melodía familiar toda, pero sé que lo lograré porque lo importante fué, reconocer EL LUGAR que me tocó y le tocó a cada uno ocupar.En una biografía hay fechas, etapas . ... En mi LIBRO DE VIDA ...hay un COMIENZO, momentos ... sensaciones...emociones, movimiento...hay páginas que ya estaban escritas pero que AHORA y AQUÍ, hay cada día, una página nueva por escribir por la alegría de ser feliz porque soy mujer completa soy hija, he sido esposa y soy madre ...pero por sobre todas las cosas lo más importante es que he sido y soy en VERDAD AMADA por lo que ya no dejo renglones en blanco y HOY desde mi espacio se me permitió leer , corregir y completar lo que existe en MI HABER. De éste, mi LIBRO personal hay un solo AUTOR y Ël se reserva los derechos de escribir cuándo y cómo será el FINAL. Mientras ... me da tinta y paginas para dictarme dia a dia y disfrutar de lo que Él me dá para seguir haciendo y trabajar... para tratar de DAR lo que ABUNDA ... y no lo que SOBRE de (mi a veces) falta de HUMILDAD y MISERIAS que aún falten liberar. Lo comprometido es ahora DARSE CUENTA de ello. De mis tres hijos...ya cada uno escribirá su propia biografía 'si quieren' y si no... ya les llegará el momento oportuno y la hora indicada para escribir su propio LIBRO personal .

domingo, 26 de diciembre de 2010

“La Maestría del Amor” desde elotro lado del cristal....el AMOR no duele



Quizá nunca hayas pensado en esta cuestión, pero en mayor o en menor medida, todos nosotros somos maestros. Somos maestros porque tenemos el poder de crear y de dirigir nuestra propia vida.
De la misma manera en que las distintas sociedades y religiones de todo el mundo han creado una mitología increíble, nosotros creamos la nuestra. Nuestra mitología personal está poblada de héroes y villanos, ángeles y demonios, reyes y plebeyos.
Creamos una población entera en nuestra mente e incluimos múltiples personalidades para nosotros mismos. Después, adquirimos dominio sobre la imagen que vamos a utilizar en determinadas circunstancias. Nos convertimos en artistas del fingimiento y de la proyección de nuestra imagen y en maestros de cualquier cosa que creemos ser. Cuando conocemos a otras personas las clasificamos de inmediato según lo que nosotros creemos que son. Y actuamos del mismo modo con todas las personas y cosas que nos rodean.
Tienes el poder de crear. Tu poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas creer se convierte en realidad. Te creas a ti mismo, sea lo que sea que creas que eres. Eres como eres porque eso es lo que crees sobre ti mismo. Toda tu realidad, todo lo que crees, es fruto de tu propia creación. Tienes el mismo poder que cualquier otro ser humano en el mundo. La principal diferencia entre otra persona y tú estriba en la manera en que aplicas tu poder y en lo que creas con él. Tal vez te parezcas a otras personas en muchas cosas, pero no todo el mundo vive la vida de la misma manera que tú.
Has practicado toda tu vida para ser quien eres y lo haces tan bien que te has convertido en un maestro de lo que crees que eres. Eres un maestro de tu propia personalidad y de tus propias creencias; dominas cada acción y cada reacción. Practicas durante años y años hasta que alcanzas el nivel de maestría para ser lo que crees que eres. Y cuando por fin comprendemos que todos nosotros somos maestros, llegamos a ver qué tipo de maestría tenemos.
Cuando un niño tiene un problema con alguien, y se enfada, por la razón que sea, el enfado hace que el problema desaparezca y de este modo obtiene el resultado que quería. Entonces, vuelve a ocurrir, y vuelve a reaccionar con enfado, ya que ahora sabe que, si se enfada, el problema desaparecerá. Pues bien, después practica y practica hasta llegar a convertirse en un maestro del enfado.
Pues bien, de esta misma manera es como nos convertimos en maestros de los celos, en maestros de la tristeza o en maestros del auto-rechazo. Toda nuestra desdicha y nuestro sufrimiento tienen su origen en la práctica. Establecemos un acuerdo con nosotros mismos y lo practicamos hasta que llega a convertirse en una maestría completa.
El modo en que pensamos, el modo en que sentimos y el modo en que actuamos se convierte en algo tan rutinario que dejamos de prestar atención a lo que hacemos. Nos comportamos de una manera determinada sólo porque estamos acostumbrados a actuar y a reaccionar así.
Pero para convertirnos en maestros del amor tenemos que practicar el amor. El arte de las relaciones también es una maestría completa y el único modo de alcanzarla es mediante la práctica. Por consiguiente, para llegar a ser maestro en una relación hay que actuar. No se trata de adquirir determinados conceptos ni de alcanzar un conocimiento en concreto. Es una cuestión de acción. Ahora bien, evidentemente, para actuar es preciso contar con algún conocimiento o al menos con una mayor conciencia de la manera en que funcionamos los seres humanos.
Quiero que te imagines que vives en un planeta donde todas las personas padecen una enfermedad en la piel. Durante dos mil o tres mil años, la gente de este planeta ha sufrido la misma enfermedad: todo su cuerpo está cubierto de heridas infectadas, que cuando se tocan, duelen de verdad. Evidentemente, la gente cree que esta es la fisiología normal de la piel. Incluso los libros de medicina describen dicha enfermedad como el estado normal. Al nacer la piel está sana, pero a los tres o cuatro años de edad, empiezan a aparecer las primeras heridas y en la adolescencia, cubren todo el cuerpo.
¿Puedes imaginarte cómo se tratan esas personas? Para relacionarse entre sí tienen que proteger sus heridas. Casi nunca se tocan la piel las unas a las otras porque resulta demasiado doloroso, y si, por accidente, le tocas la piel a alguien, el dolor es tan intenso que de inmediato se enfada contigo y te toca a ti la tuya, sólo para desquitarse. Aun así, el instinto del amor es tan fuerte que en ese planeta se paga un precio elevado para tener relaciones con otras personas.
Bueno, imagínate que un día ocurre un milagro. Te despiertas y tu piel está completamente curada. Ya no tienes ninguna herida y no te duele cuando te tocan. Al tocar una piel sana se siente algo maravilloso porque la piel está hecha para la percepción. ¿Puedes imaginarte a ti mismo con una piel sana en un mundo en el que todas las personas tienen una enfermedad en la piel? No puedes tocar a los demás porque les duele y nadie te toca a ti porque piensan que te dolerá.
Si eres capaz de imaginarte esto, podrás comprender que si alguien de otro planeta viniera a visitarnos tendría una experiencia similar con los seres humanos. Pero no es nuestra piel la que está llena de heridas. Lo que el visitante descubriría es que la mente humana padece una enfermedad que se llama miedo. Al igual que la piel infectada de los habitantes de ese planeta imaginario, nuestro cuerpo emocional está lleno de heridas, de heridas infectadas por el veneno emocional. La enfermedad del miedo se manifiesta a través del enfado, del odio, de la tristeza, de la envidia y de la hipocresía, y el resultado de esta enfermedad son todas las emociones que provocan el sufrimiento del ser humano.
Todos los seres humanos padecen la misma enfermedad mental. Hasta podríamos decir que este mundo es un hospital mental. Sin embargo, esta enfermedad mental ha estado en el mundo desde hace miles de años. Los libros de medicina, psiquiatría y psicología la describen como un estado normal. La consideran normal, pero yo te digo que no lo es.
Cuando el miedo se hace demasiado intenso, la mente racional empieza a fallar y ya no es capaz de soportar todas esas heridas llenas de veneno. Los libros de psicología denominan a este fenómeno enfermedad mental. Lo llamamos esquizofrenia, paranoia, psicosis, pero la verdad es que estas enfermedades aparecen cuando la mente racional está tan asustada y las heridas duelen tanto, que es preferible romper el contacto con el mundo exterior.
Los seres humanos vivimos con el miedo continuo a ser heridos y esto da origen a grandes conflictos dondequiera que vayamos. La manera de relacionarnos los unos con los otros provoca tanto dolor emocional que, sin ninguna razón aparente, nos enfadamos y sentimos celos, envidia o tristeza. Incluso decir «te amo» puede resultar aterrador. Pero, aunque mantener una interacción emocional nos provoque dolor y nos dé miedo, seguimos haciéndolo, seguimos iniciando una relación, casándonos y teniendo hijos.
Debido al miedo que los seres humanos tenemos a ser heridos y a fin de proteger nuestras heridas emocionales, creamos algo muy sofisticado en nuestra mente: un gran sistema de negación. En ese sistema de negación nos convertimos en unos perfectos mentirosos. Mentimos tan bien, que nos mentimos a nosotros mismos e incluso nos creemos nuestras propias mentiras.
No nos percatamos de que estamos mintiendo, y en ocasiones, aun cuando sabemos que mentimos, justificamos la mentira y la excusamos para protegernos del dolor de nuestras heridas.
El sistema de negación es como un muro de niebla frente a nuestros ojos que nos ciega y nos impide ver la verdad. Llevamos una máscara social porque resulta demasiado doloroso vernos a nosotros mismos o permitir que otros nos vean tal como somos en realidad. El sistema de negación nos permite aparentar que toda la gente se cree lo que queremos que crean de nosotros. Y aunque colocamos estas barreras para protegernos y mantener alejada a la gente, también nos mantienen encerrados y restringen nuestra libertad. Los seres humanos se cobijan y se protegen y cuando alguien dice: «Te estás metiendo conmigo», no es exactamente verdad. Lo que sí es cierto es que estás tocando una de sus heridas mentales y él reacciona porque le duele.
Cuando tomas conciencia de que todas las personas que te rodean tienen heridas llenas de veneno emocional, empiezas a comprender las relaciones de los seres humanos en lo que los toltecas denominan el sueño del infierno.
Desde la perspectiva tolteca todo lo que creemos de nosotros y todo lo que sabemos de nuestro mundo es un sueño. Si examinas cualquier descripción religiosa del infierno te das cuenta de que no difiere de la sociedad de los seres humanos, del modo en que soñamos.

Extracto del libro “La Maestría del Amor” del Dr. Miguel Ruiz

Aprendizaje


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Y uno aprende que el amor no significa sexo y una compañía no significa seguridad y, uno empieza a aprender… Que los besos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende a que si es demasiado, hasta el calor quema. Así que uno planta su propio jardín, y decora su propia alma en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale. Y uno aprende y aprende… Y con cada día aprende…

Poema atribuido a Jorge Luis Borges

ENTENDIMIENTO, ELECCIÓN Y CRECIMIENTO (MQ)


COSTÓ ENTENDER
Creí que el crecer solo venia del cuerpo que se me dió...........y no entendía porqué de cada sufrimiento había que aprender la lección.
Pero amé de verdad y comprendí que siendo yo misma la que eligió el sufrimiento como aprendizaje, me sometí a lo que yo misma entendí en aquél instante del dolor que habitó en mí.
Nadie sabe lo que es hasta que lo experimenta y conoce lo que Dios mismo sabe que es VERDAD. Sentí que me vaciaba por completo de lo que yo misma aprendí acá....pero no sabía que por sentir AMOR INCONDICIONAL en Mí ........conocía el amor verdadero.
Sé lo confundido que estás al leerme ...pero no sabes lo certera que es mi afirmación.
Todo ser que ama a sus enemigos como maestros en la verdad , reconocen la lección que debieron aprender de lo que Dios mismo quiso que aprendiéramos que para ser felices era necesario saber lo que queríamos llegar a SER y SENTIR.
Por eso hoy en este mundo de tantas idas y vueltas recogemos lo que sembramos porque quien siembra amor ...recoge sus frutos con amor incondicional.
Quien siembra tempestad recoge sus frutos en medio de tempestades ...pero siempre que se sabe lo que se ES ...se obtiene lo que se MERECE SER.
Por confuso que sea el camino, larga es la caminata cuando más nos desviamos del camino que nosotros mismos hemos aceptado vivir aquí.
Es por eso que antes de partir supimos lo que elegíamos SER antes de CRECER...porque quienes hacen lo que quieren ...saben que no hacen lo que prometieron al llegar.
Por eso es que estoy en tí....sin saber que ha llegado la hora de discernir lo que es mejor para tí y no para mí.... estamos a la misma distancia de lo que ambos creímos que era lo mejor para cada uno, ...pero sólo Dios que es grande y poderoso sabe que ambos aceptamos estar separados para reencontrarnos en algúna parte del universo celestial.
Después de toda crisis.........reconocemos las oportunidades que nos brindaron nuestros maestros en la vida ...para poder tomar una decisión que por infeliz que parezca...siempre es la mejor, para el ser que me guió hasta Tí. Porque quien esperaba lo mejor para ambos no eran nuestros seres superiores sino nuestros propios niños interiores que aguardaron el momento oportuno para decidir CRECER en el AMOR INCONDICIONAL del ser que nos guía, protege y anima a seguir unidos a la luz divina de Nuestro Padre Creador. ... que espera por nosotros y para el mundo entero , que aceptemos que Él y nadie más que Él conoce el Plan Divino de Salvación espiritual.
Estamos unidos bajo un mismo sol y Dios es ese Sol que ilumina el camino hacia Él guiados por el espíritu de amor que nos envuelve de pasión , obediencia y respeto hacia Nuestro propio Padre credador del universo en mí.
Para ello debí conocer el respeto, para ello debí reconocer el amor ....para ello debí entender que Dios está en mí como Tu estás en Él.
Y ahora a caminar.... caminar libre por la vida , porque DIOS te eligió para que supieras que eres un ser libre de elegir lo que está bien para tí mismo y no para los demás, porque quien vive en Él sabe que todo lo que tiene para dar es EL AMOR INCONCIONAL.
TODA CRISIS ME OFRECE A MÍ ESTA OPORTUNIDAD de ver en mí el ser inacabadamente amado que YOSOY porque DIOS ES AMOR.... y YOSOY amor incondicional en Él.

EL CAMINO MÁS CORTO Y MÁS FÁCIL EL CAMINO MÁS CORTO Y MÁS FÁCIL Mabel Katz


Dios sólo pide que cuidemos muy bien de nosotros mismos y que digamos "lo siento".
Dr. Ihaleakalá Hew Len

Cuando desperté y empecé mi búsqueda, probé diferentes formas y caminos para llegar a la verdad, pero cuanto más probaba, más sentía que algo adentro mío decía que tenía que haber una forma más rápida y más fácil. Cuando por fin llegué al Ho'oponopono, no me di cuenta enseguida de que la había encontrado. Pero pasó el tiempo, y un día tomando una clase con mi maestro Ihaleakalá, sentí en el alma la inconfundible certeza de que esto era lo que había estado buscando. Ya no necesitaba nada más. Gracias a Dios, mi búsqueda había concluido. Primero y principal, descubrí que no necesito ni dependo de ningún gurú. Puedo realizar el proceso sola, pues me comunico directamente con la divinidad, sin intermediarios. Lo único necesario es limpiar y borrar (perdonar). El resto se deja en manos de Dios. Mientras me ocupe de borrar y limpiar (perdonar) no tendré por qué preocuparme. Dios se encarga de colocarme en el lugar correcto a la hora perfecta. Mientras yo esté borrando, habrá alguien que me estará cuidando. Yo no necesito hacerlo.

En este capítulo final, deseo resumir los puntos principales del Ho'oponopono, la sabia doctrina ancestral que me ha otorgado las herramientas que han cambiado mi vida. Estos conceptos son muy simples. Lo único que la divinidad nos pide es que asumamos plena responsabilidad, pidamos perdón y cuidemos muy bien de nosotros mismos. ¡Eso es todo!

El asumir el 100% de nuestra responsabilidad es el camino más corto. Cuando nos damos cuenta que sólo son "nuestros programas" los que no nos permiten ver las cosas con claridad, dejamos de culpar los factores externos y decidimos tomar responsabilidad, las puertas del paraíso se abren para nosotros y alcanzamos un estado de infinitas posibilidades. En cambio, cuando estamos enojados con alguien o por algo, perdemos nuestra libertad. Nuestros propios sentimientos de odio nos condenan y atan. Somos esclavos de ellos. De este modo sólo nos dañamos a nosotros mismos. Podemos liberarnos a través del perdón. El perdonar forma parte del camino más corto y más fácil. Pero no es necesario hablar con nadie para informarle que lo hemos perdonado. Éste es un trabajo interno. Es un proceso que se da entre nosotros y Dios cuando decimos: "Divino creador, perdóname por aquello que está en mí que ha creado esto".

En mi caso, por ejemplo: no es que ya no me enoje; no es que ya no reaccione o no tenga problemas. La enorme diferencia es que ahora mi enojo dura unos pocos minutos hasta que regreso a mi centro, me acuerdo y tomo conciencia. Entonces me digo a mí misma: "Esto lo estoy creando yo, son mis pensamientos del otro. Es producto de mis programas, mis grabaciones, mi percepción. Yo puedo borrarlo". Este simple proceso me da una tranquilidad que no puede describirse con palabras. ¿Por qué? Porque no quedo atrapada en pensamientos tales como: "¿Cómo es que me dijo esto? ¿Cómo me hizo eso?". No espero que la otra persona cambie, reaccione de una forma determinada o haga algo específico. ¡Qué alivio! No dependo de nada ni de nadie afuera de mí. Tampoco me impongo la necesidad de ser perfecta, ni de agradar a todo el mundo. No necesito convencer a nadie sobre mis puntos de vista. Aprendí a respetar y reconocer que todos tenemos libre albedrío y no todos elegimos lo mismo. Sin embargo, esta realidad ya no me causa ansiedad. No hay problema. El bien y el mal son parámetros que creamos en nuestra mente. Mientras nos amemos y cuidemos a nosotros mismos, amaremos y cuidaremos a los demás.

Entonces, ¿cuáles son las claves de este proceso liberador?

Primero y principal es necesario tomar plena responsabilidad de nuestras vidas. Debemos aprender a decir: "Lo siento, perdóname por aquello que está en mí que ha creado esto". De este modo tomamos responsabilidad y desde ese lugar nos perdonamos a nosotros mismos. Como tenemos recuerdos en común, basta con que uno tome la responsabilidad de pedir perdón para que esos recuerdos se borren de uno y de los demás. Sin embargo, es esencial recordar que cuando hacemos esta limpieza, la hacemos por nosotros, no por los demás. Hemos venido para salvarnos a nosotros mismos y a nadie más, pero lo hermoso de este proceso, es que nos beneficiamos todos.

También es necesario entregarse y aceptar que el intelecto no conoce la esencia de la realidad, pero que hay una parte nuestra que sabe lo que es mejor y cómo hacerlo. Si permitimos que lo haga, esa parte que sabe nos guiará para encontrar la solución perfecta y correcta para nosotros.

Y lo más importante para experimentar el resultado de esta "limpieza" es hacerlo todo el tiempo como la respiración. ¿Saben lo que pasa si nos olvidamos de respirar? Lo mismo pasa con esta limpieza. Hay que hacerla todo el tiempo. Por supuesto que somos humanos y que muchas veces nos olvidaremos. Otras veces no podremos evitar el reaccionar. Lo esencial es practicar este método lo más posible, inclusive cuando parece que no está pasando nada, o que uno no tiene ningún problema. ¿Por qué? Porque la mente toca las grabaciones todo el tiempo. Repite permanentemente los programas que tenemos grabados aunque no estemos conscientes de ello.

Por suerte, siempre tenemos la posibilidad de estar borrando. De esta forma damos permiso para que aparezcan en nuestra vida nuevas ideas y oportunidades. Muchas veces, éstas vendrán de los lugares y las personas más inesperados. Es necesario practicar, practicar y practicar. Durante toda la vida hemos practicado el reaccionar y el sufrir. Hemos incorporado la reacción y el sufrimiento tan profundamente que lo hacemos de forma automática. Somos expertos en, y hasta diría casi adictos a, esta forma de existir. Al principio la limpieza puede parecer algo difícil; pero luego se incorpora en la vida diaria como la respiración y se usa automáticamente porque uno empieza a sentirse diferente y a ver los resultados. Uno empieza a notar cambios en su vida. Empieza a experimentar una profunda paz interior.

Es esencial no tener expectativas. El secreto es estar abierto y flexible, porque nunca sabemos de dónde va a venir lo que recibiremos. Debemos confiar que vendrá lo correcto para nosotros. Tal vez no sea lo que esperábamos, pero será lo apropiado. Esto no es porque no nos escucharon, porque es una prueba o porque no lo merecíamos. Debemos permitir ser sorprendidos por el universo. De ese modo recibiremos dones inimaginables. La ley del universo es que si pedimos algo, se nos otorga. El universo debe responder. Es necesario pedir y dar permiso. Una forma de pedir es usando las herramientas del Ho'oponopono. Pero debemos desapegarnos del resultado. Esto se logra sabiendo y confiando que nos llegará aquello que es correcto y perfecto para nosotros.

Ahora bien, existen herramientas muy concretas para borrar los programas que repite nuestra mente. Una de ellas es repetir mentalmente y en voz baja: "llave de la luz, llave de la luz, llave de la luz", todo el tiempo. Con esta frase, metamórficamente "apagamos" el interruptor de nuestros programas.

Muchas veces la gente me dice: "¿Cómo puedo prestar atención cuando la gente me habla, si estoy pensando: `llave de la luz'?". En primer lugar, vale la pena recordar que la gente casi nunca dice lo que realmente quiere decir. Si alguien nos cuenta su problema, sólo lo hace para darnos la oportunidad de borrar y limpiar las memorias que tenemos en común. Recordemos que sólo son nuestras pantallas, nuestros monitores. La próxima vez. Antes de reaccionar, antes de dar un consejo o una opinión, pensemos: "llave de la luz". Es muy probable que acabemos diciendo justo lo que la persona necesitaba escuchar en vez de lo que nosotros pensábamos que necesitaba escuchar. Muchas veces ni siquiera es necesario hablar, contestar ni decir nada para que la persona termine sintiéndose mejor o acabe encontrando sola, de forma milagrosa, la solución a su problema.

Llave de la luz es la contraseña. Cuando estoy preocupada por mis hijos, ansiosa por el dinero o resentida con alguna persona, no dejo que mi intelecto se interponga y empiece con el cotorreo. Sólo repito mentalmente: "llave de la luz, llave de la luz, lleve de la luz".

No tengo la menor duda de que funciona, pero es importante recordar que si decidimos probar, pueden pasar cosas diferentes en el caso de cada persona. Tal vez veamos los resultados inmediatamente. Tal vez lleven un poco de tiempo. Tal vez no nos "demos cuenta" de nada hasta mucho después de que haya pasado.

Otra herramienta para limpiar es repetir: "azul hielo".

Una vez le dije a mi hijo Lyonel, de 16 años, que cuando se lastimara podía simplemente pensar: "azul hielo, azul hielo". Un día estábamos desayunando y me mostró que se había lastimado. Le pregunté: "Lyonel ¿usaste el azul hielo?". Su respuesta fue: "Sí mami ¿y sabes qué? Cuando me siento frustrado o angustiado también lo uso y me tranquiliza mucho". En ese momento recordé que el azul hielo se puede usar para cualquier tipo de sufrimiento, tanto físico como emocional.

Otro día le dije a mi hijo: "Lyonel, sé que hablo de cosas que suenan raras, pero realmente funcionan". Él me respondió: "Sí, mami, claro que funcionan. ¿Te acuerdas que me dijiste lo que tenía que hacer en la escuela? Bueno, después de que lo hice, empecé a tener mejores calificaciones". Hace poco Lyonel me comentó que no podía creer lo bien que se llevaba con todos sus profesores.

Vale la pena mencionar aquí que los problemas físicos, las enfermedades, también son recuerdos y también los podemos borrar y limpiar. Estamos acostumbrados a tratar el dolor o la molestia física, pero ahí no es donde está el problema. El problema está en la memoria grabada en alguna de las miles de grabaciones que tenemos en nuestra mente. ¿Cómo sabemos en cuál? ¿Cómo la encontramos? Pues bien, no necesitamos saber ni qué recuerdo, ni qué grabación es, porque Dios (Amor) lo sabe. Sólo es necesario dar permiso (repitiendo por ejemplo llave de luz, azul hielo, gracias o te amo) y Dios sacará la cinta grabada que contiene esos recuerdos y otros que están en la misma cinta aunque nosotros ni lo sepamos. Eso sí, debemos dar permiso. Si no, Dios no puede hacer nada.

Una tercera herramienta es repetir: "papel para moscas".

Mi hijo Jonathan peleaba mucho con su novia. Le sugerí que la próxima vez que tuvieran una discusión, él optara por quedarse callado y repitiera mentalmente las palabras: "papel para moscas". Unos días más tarde, me llamó y dijo que necesita hablar conmigo. Me contó que tuvo un problema con la novia, pero que esta vez se preocupó mucho porque sintió ganas de pegarle. Le pregunté: "¿Usaste el papel para moscas?". Su respuesta fue: "Sí, mami, y eso fue lo que me detuvo".

Seguramente muchos pensarán que esto es demasiado fácil, que no puede ser. Sí, estoy de acuerdo, suena fácil y es muy fácil. El proceso en sí es muy fácil. Lo difícil es hacerlo todo el tiempo. En cada momento de nuestra vida tenemos la oportunidad de tomar el 100% de la responsabilidad y borrar nuestros programas, pero en general reaccionamos, nos preocupamos, opinamos y de esta forma perdemos tiempo y energía. Sólo basta con recordar que los problemas no son los problemas. La manera en que reaccionamos es el problema. Las opiniones y los juicios que tenemos sobre el problema es el problema.

Lo peor de todo es que, cada vez que decidimos reaccionar en vez de soltar. Sacrificamos nuestra verdadera identidad, de querer tener razón.

Sólo tenemos dos caminos para elegir: vivir según nuestro verdadero ser o según nuestras cintas preprogramadas; dejarnos llevar por la inspiración divina o por nuestros programas viejos que ya han sido probados y no funcionan. Cuanto más borramos, más empezamos a tener la experiencia de nuestro verdadero ser. La razón de nuestra existencia en este mundo es descubrir quiénes somos, y a través de la limpieza lograda usando las herramientas del Ho'oponopono, experimentamos cada vez más nuestra verdadera identidad.

Quiero aclararles que cuando utilizamos cualquiera de estas herramientas, significa que estamos tomando cien por ciento responsabilidad y estamos diciendo implícitamente: lo siento, perdóname por aquello que está en mí que ha creado esto. Estamos orando.

El orar nos permite elevarnos más allá de los problemas y de lo que no es real. De esta forma permitimos que los problemas sean transmutados. Es una forma de encender la luz en una habitación oscura y de esa forma poder ver las cosas más claramente.

Entonces, ¿por qué limpiarnos?, ¿por qué pedimos perdón? Porque queremos ser libres, porque estamos cansados de vivir las mentiras que decidimos creer, porque ya sufrimos suficiente. Es hora de encontrarnos a nosotros mismos, de descubrirnos, de ser felices, de disfrutar de la vida, de descubrirnos, de ser felices, de disfrutar de la vida, de querernos y aceptarnos tal cual somos.

Nuestra condición humana es la de ser felices. ¿Notaron que cuando estamos felices todo se presenta en forma fácil?

El viaje es largo. Tenemos mucho que limpiar, mucho que borrar. Es un trabajo que debe hacerse las 24 horas del día, pero las recompensas son inmensas. En el proceso podemos experimentar amor, disfrutar de la vida y descubrir que ya somos seres perfectos. Podemos atraer todo lo que necesitamos sin esfuerzo. Podemos aprender a ser nosotros mismos y a amar incondicionalmente.

Podemos elegir el sufrimiento o la felicidad, la enfermedad o la salud, el miedo o el amor. Decidamos lo que decidamos, estará bien. Será nuestra elección.

Cuídense mucho.
Reciban todo mi amor.

***

LA PAZ DEL "YO"


La Paz esté contigo, toda Mi Paz.
La Paz que es YO, la Paz que es el "YO SOY"
La Paz por siempre y para siempre, ahora, y para la eternidad.
Mi Paz te doy a ti.
Mi Paz te dejo a ti, No la Paz del mundo, sólo Mi Paz,
la paz del YO


ACERCA DEL AUTOR

Mabel Katz es como una espada de doble filo. ¡Y eso es bueno!

Mabel Katz es bilingüe y disfruta de una doble carrera. Es una mujer poderosa a quien uno se siente tentado a describir como la Marianne Williamson latina.

La primera vez que uno ve a Mabel Katz se pregunta por qué no es un torbellino. Se mueve rápido, habla rápido y su energía es contagiosa. Ella tiene una buena razón para ser así: tiene tantísimo que hacer. Y lo hace todo muy bien.

En su primera carrera, Mabel ha construido una reputación de excelencia en su labor de contadora especializada en asuntos impositivos. Desde esa plataforma, lanzó una empresa dedicada a ayudar a las personas a crear compañías de éxito. Sin embargo, es su segunda carrera de anfitriona de programa de radio, oradora, autora y líder de seminarios la que realmente enciende su pasión. Y una vez que Mabel se enciende, vibra.

La pasión de Mabel es ayudar a las personas a redescubrir su verdadera esencia. Su técnica es un antiguo arte de la cultura hawaiana llamado Ho'oponopono (Ho'oh pono pono). Descubrir esta técnica salvó la vida de Mabel y le permitió salir airosa de uno de los períodos más difíciles de su vida. Mabel inició su propia empresa después de separarse de un matrimonio de más de 20 años.

De acuerdo al Ho'oponopono, en realidad la vida fue diseñada para ser fácil; si se hace difícil es porque nosotros la hacemos así. Y, si nosotros creamos los problemas, podemos dejar de hacerlo. Una vez que aprendemos cómo hacer eso, podemos seguir nuestra intuición e inspiración para comenzar a recibir todo lo que deseamos en la vida.

Para Mabel, esto es una realidad que demuestra en persona y que comparte con los demás.

Mabel es una brillante estrella naciente en la comunidad latina de Los Ángeles. Su programa de radio transmitido por la estación de radio en español, KTNQ 1020 AM Los Ángeles, cuenta con una audiencia sumamente variada y amplia. Las travesías de Mabel la han llevado a diferentes partes del Mundo, donde fascina a numerosos públicos con sus charlas sobre Ho'oponopono.

Tres deseos el 12 de Enero

textoalternativo

Siempre espere a pedir tres deseos cuando pasaba algún tren, siempre espere cada 12 de enero verte llegar otra vez…
La vida a veces te da la espalda, pero esta bueno seguir, poner el pecho,

poner el alma para aprender a vivir…

Siempre espere una palabra de amor el 14 de febrero, siempre busque algún rayito de sol que me de en el corazón

Bendigo la luna porque fue testigo,
Bendigo el silencio que fue nuestro abrigo
Bendigo el momento de haber decidido.. la vida es toda para mi
Dejarme llevar buscando esos sueños,
Dejarme abrazar cuando sopla el viento,
Bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir….
Siempre espere que caiga del cielo alguna estrella fugaz, que me enseñara el camino de tu corazón para salirte a buscar.
Y la vida te da señales a veces al oído a veces a los gritos y me pregunto cuanto habré dejado pasar….. pero aquí están los sueños, sueños que si uno los corre a veces se hacen realidad.
Bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir…
Lo mejor de esta vida es buscar... ser feliz

Ese niño interno


La libertad no es solamente un privilegio que se otorga...
es un hábito que ha de adquirirse.

Cuando se reconocen todas las partes de uno mismo se descubre la alquimia interior que es todopoderosa. Equivale a estar invitado a un baile de máscaras donde hay infinidad de convidados. Allí el juego consiste en identificar a cada uno de los personajes y llamarlo por su nombre. En el momento en que se descubre su identidad ocurre algo mágico e incomprensible: el enmascarado desaparece sin dejar rastro. La transmutación interna es algo parecido se trata de hacer consciente lo inconsciente. Con solo esta práctica podemos liberarnos de las cargas emocionales que hasta ahora nos han pintado la vida de tragedia.

En cada ser existe un rincón oculto donde habitan las partes de sí mismo que quedaron inconclusas y ahora buscan completarse. A ese sitio le llamamos el niño interior porque contiene dentro todos los aspectos inmaduros de nuestra personalidad. Ese niño interno permanentemente gime: "dame, dame, dame"nunca está conforme y siempre quiere más. Cada momento doloroso del pasado vive en este espacio esperando ser cambiado y su inconformidad se proyecta al tiempo presente para pedir ayuda.

En el baile de máscaras al que hoy hemos sido invitados vamos a dedicar una mirada a ese niño interno abandonado que solo requiere la atención de una mirada para cambiar su llanto en sonrisas. Antes de abordarlo debemos comprender que él es la suma de todos los aspectos rezagados de nosotros mismos. Podemos estar anclados en carencias de amor de comprensión y de ternura que congelan nuestro presente en la actitud terca de recibir sin dar nada a cambio manifestando como resultado relaciones insatisfactorias. Un niño está polarizado en recibir porque es claro que él no puede prescindir del apoyo que le dan los adultos para su supervivencia. Pero en su madurez el ser humano debe alcanzar el equilibrio entre el tomar y el dar.

Existe la tendencia a creer que el pasado no es modificable pero dentro de cada ser humano hay una fuerza para cambiarlo todo dentro de sí mismo. Pongamos el ejemplo de alguien que después de pasadas varias décadas todavía se lamenta de que sus padres no le dieron la oportunidad de estudiar y en cambio lo pusieron a trabajar desde temprana edad. El pasado afecta al presente porque el niño interno herido sigue llorando la oportunidad que no tuvo y por ello el adulto culpa arbitrariamente a los padres de todos sus fracasos. Si en vez de alimentar rencor es la conciencia del adulto completa la experiencia del niño los resultados pueden ser pasmosos. En este caso la terapia es crear una meditación guiada donde el adulto hace el papel de padre. Él observa internamente al niño en su rincón llorando lo toma en sus brazos y le dice: "Comprendo tu dolor porque no tuviste oportunidad de estudiar. No podemos cambiar el hecho de que tus padres tuvieran necesidad de tu trabajo pero yo te voy a apoyar para que puedas completar tu educación tal como lo has deseado". Si al dicho sigue el hecho esa carencia se transformará en inmensa satisfacción.

En el niño interno habitan cuatro grandes familias de miedos que en el camino de la vida tenemos que transformar.
Ellos son: el miedo a perder, el miedo a enfrentar, el miedo a ser abandonado y el miedo a la muerte.
En el miedo a perderla inseguridad se pone una coraza defensiva para aparentar ser su opuesto. Entonces en el baile de máscaras lo identificamos vestido de orgullo, soberbia, impaciencia, agresión, ira, autoritarismo, fanatismo y toda su corte de afiliados. El miedo a enfrentaren el papel de víctima se disfraza de pudor, timidez, susceptibilidad, cobardía, indecisión y todas las tonalidades de auto destrucción e inferioridad. El miedo a ser abandonado trae consigo los celos, la posesividadl, a vanidad, la sobreprotecció n, la baja autoestima y la necesidad de manipular. Y el miedo a la muerte porta muchas caretas, entre ellas: la desconfianza, la tacañería, los apegos, las fobias, la rebeldía y la histeria.

Pretender controlar algún aspecto indeseable de nosotros mismos es tarea imposible si el inconsciente manda y nuestra vida se halla encadenada a reacciones instintivas. Pero si la conciencia hace la conexión llevando luz hasta la raíz misma del problema el niño interior desaparece y el adulto se hace cargo. El secreto es atreverse a vivir el pasado nuevamente pero con la conciencia del adulto que comprende, acepta y aporta las soluciones adecuadas.

Yo Soy


Cuando, las horas de desaliento te invadan el alma, y las lágrimas
afloren en tus ojos, Búscame: YO SOY AQUEL que sabe consolarte y pronto
se detienen tus lágrimas.
Cuando desaparezca tu ánimo para luchar en las dificultades de la vida,
o sientas que estas pronto a desfallecer, Llámame: YO SOY LA FUERZA
capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las
adversidades del mundo.
Cuando, sin clemencia te encontraras, de suerte que no encontraras donde
reclinar tu cabeza, Corre junto a mi: YO SOY EL REFUGIO, en cuyo seno
encontrarás guarida para tu cuerpo, y tranquilidad para tu espíritu.
Cuando te falte la calma, en momentos de gran aflicción, y te consideres
incapaz de conservar la serenidad de espíritu, Invócame: YO SOY LA
PACIENCIA que te ayudará a vencer las dificultades más dolorosas y
triunfar en las situaciones más difíciles.
Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada
por los obstáculos del camino,
Grita por mi: YO SOY EL BÁLSAMO que cicatrizará tus heridas y aliviara
tus padecimientos.
Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede
inspirarte confianza, Ven a mi: YO SOY LA SINCERIDAD, que sabe
corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus
ideas.
Cuando la tristeza o la melancolía intenten albergarse en tu corazón
Clama por mi: YO SOY LA ALEGRÍA que te infunde un aliento nuevo y te
hará conocer los encantos de tu mundo interior.
Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas
desesperado, Apela a mi: YO SOY LA ESPERANZA que te robustece la Fe.
Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano,
Aclámame: YO SOY EL PERDÓN, que te levanta el ánimo y promueve la
rehabilitació n de tu alma.
Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el
escepticismo te aborde el alma,
Recurre a mi: YO SOY LA FE que te inunda de luz y de entendimiento para
que alcances la FELICIDAD.
Cuando ya nadie te tienda una mano tierna y sincera y te desilusiones de
los sentimientos de tus semejantes, Aproxímate a mi: YO SOY LA RENUNCIA
que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la
incomprensión del mundo.
Y cuando al fin, quieras saber quién soy, pregúntale al río que murmura,
al pájaro que canta, a las estrellas que titilan. YO SOY LA DINÁMICA DE
LA VIDA, Y LA ARMONÍA DE LA NATURALEZA.

ME LLAMO AMOR. SOY EL REMEDIO PARA TODOS LOS MALES QUE ATORMENTEN TU
ESPÍRITU

EL VALOR DE PERDONAR


Todo el conocimiento del mundo vale poco si nuestro rencor sigue creciendo cada vez más que el comportamiento de un desconocido nos recuerda nuestras relaciones no sanadas. ¿De qué nos sirve conocernos a nosotros mismos si lo usamos para avivar el odio que tenemos y el sentimiento de culpabilidad, que nos dicen que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, jamás seremos capaces de ser, de hacer, ni de servir lo suficiente para ser dignos de nuestro amor propio?

El perdón supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar conciencia y desarrollar la compasión, y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos y por los demás es el pegamento que mantiene unido al universo.

El perdón es una respuesta, la respuesta implícita de nuestra existencia. El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge el corazón roto y lo repara. Coge el corazón atrapado y lo libera. Coge el corazón manchado por la vergüenza y la culpa y lo devuelve a su estado inmaculado. El perdón restablece en el corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar.

Cuando perdonamos y somos perdonados, siempre se transforma nuestra vida. Las dulces promesas del perdón se cumplen y se nos ofrece un nuevo comienzo con nosotros mismos y con el mundo. El concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad.

Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión, la traición y la deshonestidad son solo algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables. ¿Se puede perdonar a un trabajador incompetente y despedirlo por no hacer bien su trabajo? No es preciso ir y decirle: Te perdono, aunque a veces esto puede ser una parte importante de perdonar. El perdón solo requiere un cambio de percepción, otra manera de considerar a las personas y circunstancias que creemos que nos han causado dolor y problemas.

Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras. Cuando nos quitamos las capas, probablemente se descubrirá que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en el sentido que sea trivial o falso, sino en el de que hay muchos sentimientos y dinámicas por debajo de él. Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar solo aquellos que saben gritar más fuerte.

Muchos creen que permanecer enfadados, aferrarse al rencor es sinónimo de poder, energía y dominio. Pero en realidad lo único que descubren son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo y los usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal.

A veces es mucho más cómodo sentir rabia que sentir el temor y la tristeza. De hecho, una razón por la que suele ser difícil perdonar es que para hacerlo se debe sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos. Esto puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión. Sin embargo, se debe tratar de recodar que al otro lado del dolor está el alivio y una mayor paz mental. Cuando se lleva gran parte de la vida sintiéndose víctima, puede que halle una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncia a una buena parte de su identidad. Perdonar no significa negar que se haya sido una víctima, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente la identidad y la vida emocional actual.

A medida que se vaya trabajando con el perdón, es importante tomar en cuenta los pensamientos que afloran y las reacciones. Si aparece el temor, la autocrítica, las dudas hay que ser amable consigo mismo. Estos sentimientos son como una parte natural del proceso de cambio. En realidad, ser amable consigo mismo es, de por sí, un gran acto de perdón para con uno mismo. Al margen de los pensamientos o sentimientos que surjan, afirma el compromiso de tratarse con amabilidad. Se amable con uno mismo no significa que no ponga esfuerzo y voluntad, ni que se justifiquen pensamientos o comportamientos que se consideran impropios, sino que se puede aprender sin necesidad de azotarse la dureza con uno mismo y que alimenta un ciclo contraproducente que quita poder y favorece el sentimiento de culpa, falta de respeto y autoestima por uno mismo.

El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. El perdón es una decisión, la de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada, por historias personales que tienen una capacidad ilimitada y siempre digna de respeto y amor.

Cada vez que se hace un cambio, debilitamos el monopolio del ego sobre nuestras percepciones y nos capacitamos para dejar marchar, liberar y olvidar el pasado. El perdón suele experimentarse como un sentimiento de dicha, paz, amor y apertura del corazón, alivio, expansión, confianza, libertad, alegría y una sensación de estar haciendo lo correcto. El perdón es una forma de vida que nos convierte gradualmente de víctima de nuestra propia circunstancia en poderosos y amorosos creadores de nuestra realidad. Supone un compromiso de experimentar cada momento algo nuevo, con claridad y sin temor. Es la desaparición de las percepciones que obstaculizan nuestra capacidad de amar.

El perdón nos enseña que podemos estar en desacuerdo con alguien sin retirarle el cariño y respeto. Nos lleva más allá de los temores y mecanismos de supervivencia propio de nuestro condicionamiento, hacia una visión valiente de la verdad que nos ofrece un nuevo campo de elección y libertad, en donde podemos descansar de nuestras luchas. Nos guía hacia donde la paz no es desconocida y nos da la posibilidad de saber cual es nuestra fortaleza.

DARSE CUENTA(Laura Foletto)



Desde que aprendí a leer, he sido algo así como un scanner de información. Terminé rompiendo el diccionario que había en casa de tanto consultarlo y decía que leía hasta el envoltorio del papel higiénico (¡y era cierto!). Muchas veces, tenía auténticos embrollos por leer dos libros al mismo tiempo que afirmaban exactamente lo contrario. Solucioné esto dejando entrar los conceptos y confiando en que, en algún momento, se iría a realizar una síntesis en mi interior… cosa que sucedía. Lo que comencé a darme cuenta era que toda esa monumental información era, a la vez, una excusa y una carga. Una excusa porque me era más simple leer que practicar, porque siempre me faltaba aprender algo más, porque ser una eterna estudiante era más fácil que ser una maestra. Una carga porque tanto conocimiento acumulado exige ser concretado, porque el palabrerío aprendido está bueno para hermosas charlas entre “iniciados” pero no sirve para realmente disfrutar una vida plena. Se necesita acción.Así que, por un lado, me propuse leer con la única condición de descubrir cómo llevarlo a mi vida diaria y, por otro lado, hacer seminarios o estudios o terapias que se focalicen en llevar una espiritualidad práctica, cotidiana, integrada. Tanto en mi vida personal como profesional, éste es mi propósito continuo (porque siempre se está evolucionando) .

Percibo que ésta es una falencia enorme en la mayoría de las personas que desean hacer cambios en sus vidas. Están llenos de información, hacen decenas de talleres, pasan de una terapia a otra, pero no logran más que correcciones cosméticas, no profundas. Otros, por el contrario, sienten la urgencia de realizar transformaciones, pero no están suficientemente orientados acerca de nuevas visiones y recursos para lograrlas. Unos y otros, en un cierto punto, se topan con las resistencias del Ego y no inician o abandonan o dejan inconcluso el camino que los llevará a innovadoras y ricas etapas de su desarrollo. ¿De qué formas lo haces? Veamos algunas:

- Adicción al sufrimiento: ¿te resulta extraño?; sin embargo, en una cultura que privilegia la lucha, el esfuerzo y la superación de dificultades a cualquier costo, esto termina siendo una identidad: “el sufrido”. Pasa a ser una forma de vida, una seguridad saber que seguirás padeciendo y enfrentando problemas por siempre.

- Comunicación negativa: contar todo el tiempo tus dificultades, tratando de que las entiendan y te compadezcan o te valoren o te aprueben por ello es un gran obstáculo. Esto puede incluir escuchar las de los otros, siendo la “oreja perfecta” y dando consejos y ayuda sin cesar.

- Orgullo: así como puedes sentirte orgulloso de tus logros, también puedes estarlo de tus múltiples inconvenientes. Esto es insidioso y sutil, pero quizás te haga sentir “especial” estar lleno de cargas y seguir adelante.

- Búsqueda de entendimiento: pasar la vida tratando de comprender las causas por las que eres cómo eres y lo que te sucedió puede ser una buena forma de quedarte en lo mismo. No es necesario que sepas todo para cambiar.

- Tiempo: “estoy demasiado ocupado”, “no dispongo de tiempo para mí”, “si no funciona rápido, no me sirve” son excelentes pretextos. Es cierto que vivimos tiempos rápidos, pero hemos hecho eso justamente para no ocuparnos de nosotros mismos. Nada de lo que hagas fuera de ti te traerá la paz, la alegría de vivir y el amor que anhelas.

- Dinero: seguramente la excusa mayor. Gastarás en una heladera nueva, en otro abrigo para el niño, en salir a comer, en… lo que sea, menos en tu propio desarrollo. Eso es lo último, si sobra. Después, te preguntas porqué te sientes vacío, deprimido, ansioso, desmotivado.

Seguramente, si eres sincero contigo mismo, te habrás sentido identificado con algunas de estas resistencias. Comprende que es normal sentirlas, porque el Ego no quiere cambiar, desea seguir conservado el poder y manejarte a través de sus miedos, prevenciones y controles. Pero, también entiende que el Ego es un instrumento de tu Alma para moverte en el mundo. Por un error, él te manipula cuando eres tú el que debe ser su conductor.

Advierte también que el cambio no es complicado ni difícil. No requiere de técnicas ni de rituales ni de más información. Es orgánico, simple, natural, fluyente, integrado. Contiene gracia, abundancia, sabiduría, creatividad por sí mismo. Sólo te pide que te pongas a ti mismo en el camino de tu alma y que desoigas la voz del Ego que te dice que todo eso son mentiras. Prueba y lo sabrás. Te lo garantizo. ¿Acaso no te lo susurra tu corazón también?

QUE ES EL AMOR...


Tanto recurrimos a la palabra Amor para definir el estado interno necesario que sostendrá el cambio de conciencia humana y planetaria que estamos creando. Pero, ¿qué es el Amor? Primero que todo no es sólo el sentimiento que tenemos hacia otro ser humano cuando decidimos vivir nuestra vida con ella o él; no es sólo el querer entregarnos para que otros también puedan ser felices; y menos es postergarnos para que los otros logren sus objetivos o sean cubiertos en sus necesidades, como muchas veces pensamos que debemos actuar. Eso, queridos amigos, es parte de una antigua forma de relacionarnos y de vivir la vida. Y si bien, tiene algo de lo que verdaderamente es el Amor, es apenas un mínimo porcentaje de la totalidad del Amor, y más aún en una conciencia todavía de separación y dualidad, donde se instala la felicidad en un escenario externo a nosotros mismos, dejando de centrarnos en nuestro interior.

El Amor es la energía primordial que da vida a Todo lo que Es, y cómo pueden ver, más que un sentimiento, es necesario comprender que el Amor es energía; la energía de más alta vibración en el Universo conocido y en el Multiverso que se nos abre ante nuestro corazón…, no sólo ante nuestros ojos. Cuando sentimos en lo más profundo se nuestro Ser que la Vida es hermosa porque alguien te regala una sonrisa, o regalamos nosotros una sonrisa y alguien nos la responde…, o cuando olemos una flor, o cuando vemos la inmensidad del mar o el brillo de las estrellas, o cuando nos damos cuenta que la ciudad también esconde esa Verdad original porque o sino no habrían Humanos bellos viviendo en ella, en esos instantes nuestra vibración energética se eleva y parece que todo cambia ante nuestros ojos, porque ya no estamos percibiendo sólo con ellos, sino que ahora hemos sumado a esa visión nuestro corazón…, y el corazón participa sólo cuando estamos en el Amor. Allí, nuestro Ser y nuestro cuerpo son capaces de sentir lo inimaginable y estamos en condiciones de conectar con Todo lo que Es en apertura y sin miedo, ya que en la elevada energía del Amor podemos comprender que todo está en orden y que nosotros hemos sido partícipes también de la creación de todo eso que nos rodea.

El Amor es nuestro interior en apertura, en conexión, en confianza y principalmente, sin miedo. Ah, mis queridos, sin miedo!!!!! Qué respiro, qué alivio, siéntanlo y su energía tocará la del Amor y serán precisamente ese Amor, ya que éste no está fuera de ustedes ni en otra persona; el Amor es ustedes mismos. Ahora bien, esta apertura a la confianza en la Vida, esta pasión por vivir, este vibrar alto, no implica -como antiguas escuelas podrán haber dicho- despegarnos de lo físico para alcanzar el recuerdo de nuestra Verdad Espiritual. Todo lo contrario, hoy por hoy, la Tierra ya es el Cielo, y estamos en condiciones de traer con toda confianza esa espiritualidad, esa divinidad que somos, hasta nuestro cuerpo físico para darle un nuevo sentido a nuestra vida en la materialidad. Vibrar alto es sentir tu cuerpo y reconocer lo hermoso que es, tal cual es hoy; vibrar alto es comer y saborear sin culpas aquello que tanto te gusta, porque en el Amor por la vida tu cuerpo es capaz de transformar lo que de nocivo podría tener ese alimento, para que sólo te quedes con el placer de haberlo ingerido, etc., etc. La experiencia humana como la conocemos ya es sagrada y espiritual, y si lo aceptamos así, podremos llevarla a estados de vivencias inimaginables para nuestra conciencia actual, pero que si las sentimos con el corazón podremos saber que esas vivencias son posibles y que ya están hechas. Sólo hace falta traerlas a nuestra realidad.

Pero entremos a compartir un punto fundamental. Para llegar a conectar con el Verdadero Amor, ese que nos dio vida, primero que todo tienes que amarte a ti mismo. Esta es una de las más hermosas paradojas de la vida, y que consiste en que para llegar a Amar profundamente toda la existencia y sus criaturas, primero que todo se hace necesario soltar la atención de ello para centrarte en ti mismo. Amarte, amarte, amarte, amarte sin condiciones, sin juicios, sin culpas y sin miedo, porque eso abrirá las puertas para que percibas y sientas el mundo sin ninguna condición, sin juicios, sin culpas y sin miedo…, sin miedo incluso a ser amado por otro ser humano como tú.

Todo parte por casa, como dicen por ahí…! Entonces contáctate con ese Amor que eres capaz de sentir por ti mismo, por tu cuerpo, por tus manos, por tus ojos que te hablan de Dios porque eres un reflejo de él, por tu pelo, por tus pies que tocan la tierra…, y acaríciate, bésate y acéptate. Ama toda esa forma que te rodea, ama al sol y a la luna, ama las nubes que nublan tu día, ama la lluvia que moja tu calle, ama la calle por donde pasan los autos, ama los autos, los perros, al gato que no te deja dormir, ama tu mente y todos tus pensamientos…, ¿y cómo se hace esto? Estando en paz y en Amor contigo mismo, en contacto contigo mismo; ese estado te conectará con tu divinidad y lo sagrado en ti, dejando de intentar volar fuera de tu cuerpo para alcanzar la paz. Recuerda que nuestra vida es en la Tierra, y en ella, así como en la experiencia humana, está todo lo necesario para ser plenos. Esta es nuestra casa, y disfrutándola y amándola ya estaremos de regreso en el Hogar Original. En definitiva es el recuerdo. Es el recuerdo de lo que en Verdad eres, y que todo lo que quisimos vivir acá en este plano material refleja, sin excepciones, ese origen amoroso y sagrado.

Así entenderás que no hay bueno ni malo, ni alto ni bajo, sino sólo la experiencia y el juego energético que la vida nos permite vivir. Y entenderás profundamente que no hay nada malo o que necesites sanar en tu interior, y que sólo debes aceptarte tal cual eres…, porque en Dios no hay maldad ni defectos, y tú eres Dios. Siéntete, ámate y acéptate!!! Si buscas la perfección es necesario que sepas que ese estado se logra aceptando tus propias dificultades y aparentes defectos; así dejarán de serlo y serás perfecto. Es simple, ¿o no? Cómo tú quieras…, está bien.

De esta manera vuélcate al mundo, y verás otro escenario de juego y acción, porque tú mismo estarás actuando en él desde la pasión sin límites y sin miedos que habrás logrado en tu interior…, espacio que por ahora seguiremos llamando así separándolo de lo externo, pero también comprenderás y principalmente sentirás, que no hay separación entre ellos; interior y exterior son sólo UNA instancia de experiencia. Esa es tu Verdad; esa es nuestra Verdad, la que brota de nuestro corazón, uno despejado, un corazón amado por su Creador, por uno mismo.

El Amor es entonces, CONTACTO. Eso te elevará por sobre el drama y la dependencia de los consensos y te instalará, aquí mismo en la Tierra, en una realidad de felicidad, paz, armonía y sin gravedad ni peso. Una realidad donde tu propio contacto te conectará con los demás. Podrás sentir a los otros en Verdad, podrás compartirte, podrás tocar a otro fundiéndote con él porque ya conocerás lo que es tocarte a ti mismo con Amor. Ese contacto te instalará en una realidad en que ya no busques la felicidad en otra persona, porque estarás cubierto de tu propio Amor. Sí te compartirás con otro u otra, pero en la libertad de saberte y sentirte autónomo; será un encuentro de individualidades libres de dependencias, fundiéndose para ser parte del Todo. Ya no estarás en el juego de creer que amas a otro cuando en verdad estás buscando que te amen, porque todavía tú no has recordado la forma de cubrirte de amor por ti solo. Amarte a sí mismo no es egoísmo, todo lo contrario, es llenarte de amor para amar al mundo en plenitud, con fuerza y pasión, sin necesidad de que te sea devuelto nada.

El Amor que es nuestro origen, ese que a veces tanto añoramos, no se encuentra fuera de la materialidad, no se encuentra necesariamente en los prados fuera de la ciudad, no se encuentra necesariamente en los ángeles y guías que siempre nos acompañan, sino que se encuentra en Todo lo que te rodea hoy mismo y en tu interior. Detente, RESPIRA tranquilamente e irás encontrándolo en tu realidad cotidiana. Créeme, te sonreirás con tanta ternura por haber creído que el Amor estaba en cualquier otra parte, menos en ti y en tu día a día.

Y si no te resulta, si te es pesado o muy difícil conquistar ese AUTOAMOR, ese contacto contigo mismo para llegar a alcanzarlo con todo lo que te rodea, está bien…! ámate en esa dificultad, porque ese eres tú. Acéptate en esa dificultad porque nadie tiene un viaje igual que el de otro Ser viviendo en la Tierra. Tú eres único, y ya encontrarás la forma de amarte y amar; y que de seguro no será una forma rígida, estructurada ni aprendida, sino que partirá necesariamente del contacto en Amor que vayas alcanzando contigo mismo…, y esos pasos sólo tú sabes darlos. Así irás alcanzando la Automaestría, recordando que todas las respuestas están en ti mismo, cuando te dejes de juzgar y criticar. Solas llegarán.

Eres valiente, querido, o sino, no estarías compartiendo la vida terrenal con todos nosotros…, recuérdalo! Y recuerda principalmente que no hay técnicas ni estrategias para llegar a Amarte, porque sólo basta con quererlo así y respirar conscientemente para sentirte, y así amarte, amarte incluso si no puedes respirar profundamente…, o no quieres, no importa, está bien. Es decir, quítate el peso de tener que hacer algo específico, sólo ámate y todo estará hecho.



Te abrazo en Amor.

DECLARACIÓN



Hoy en el día de cualquier año
En el año de cualquier siglo
En mis plenas facultades mentales y físicas
Y asumiendo cuanto digo y escribo
Declaro que me declaro culpable:

Culpable de todo lo que no hice
De todo lo que no he visto ni oído
De las palabras que no dije a tiempo
Y de las otras que nunca aprendí.

Me preocupé por cosas que jamás sucedieron
Y pasé gran parte de mi vida en sitios equivocados
En horas equivocadas con gente equivocada.

Declaro que nada de lo que existe me pertenece
Que apenas soy dueño de mis dudas
Dudas que no interesan a nadie
Porque todos son dueños de alguna certeza.

Dejo constancia además
Que lo que era antes no lo fue después
Que desobedecí órdenes y mandatos
Que lo que quise un día al otro dejé de quererlo

Que aun hoy me olvido fechas y cumpleaños
Que no llegué primero a ningún encuentro
Que no he sido campeón en ningún deporte
Que nunca he recibido medallas ni honores
Que he pasado vergüenza reiteradas veces
Que no me da ninguna vergüenza decirlo
Y que he cometido el peor de los errores:
Soñar en un mundo de pesadillas.


Declaro también que no hay nada más cierto
Que nuestro pasar por la vida ni nada más falso
Que nuestra vida al pasar
Que es feliz aquel que nada quiere

Porque nada anhela nada sabe nada pregunta
Y no se da cuenta de nada
Que de una mano temblorosa puede caerse
El amor que hay en ella
Que todo lo que no se da no se acumula se pierde
Que el camino de la libertad está lleno de esclavos
Que todos somos al fin y al cabo esclavos
De algún vicio o de alguna virtud
Que he sido fiel solamente a mis estados de animo
Y que el hombre más libre que he conocido
Iba atado al corazón de una mujer.